UN SANO EQUILIBRIO

En este artículo buscaremos otro enfoque de cómo ser más feliz. Y decimos “más” porque en este momento, somos felices, tenemos un determinado “nivel” de felicidad, del cual quizás no somos conscientes, porque estamos pendientes de algo más.

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Se dice que no está bien comparar, pero bueno como todo podemos decir, es relativo, haremos el siguiente ejercicio: mirémonos en este instante, a nosotros mismos, y volvámonos conscientes de si tenemos salud física, de si tenemos trabajo, de nuestra familia, un techo, alimentos, etc. Reflexionemos a partir de esto, justamente lo que tenemos. Quizás en una circunstancia nos falte algo de ello, pero todo esto puede ser justamente eso, circunstancial. La vida no es constante, tiene sus altibajos.

Ahora que lo hemos hecho, reflexionado, pensemos (y repetimos, no está bien comparar), en cuántas personas en este planeta no tienen eso que tenemos. A cuántas les puede faltar salud, trabajo, etc. Y no estamos haciendo esto en el sentido de un “conformismo” común. Es necesario llegar al punto de que alcancemos una justa valoración de lo que la Vida, Dios (si se es creyente de alguna religión), el Universo, nos ha brindado.

EQUILIBRAR “LO QUE HAY” Y “LO QUE FALTA” PARA APRENDER COMO SER MÁS FELIZ

Y en este punto es posible que nos pongamos a pensar en “los faltantes”. Que “es verdad que tengo salud, pero mi trabajo no es el que quiero”, “no llego a fin de mes”, “no hay quien me quiera”, etc. etc. Y seguramente muchas de esas cuestiones sean ciertas, pero… ¿a qué prestamos más atención? ¿La voz que nos dice lo que nos falta, o a la que nos dice lo grandioso que tenemos ya en este instante?

Aquí entonces, estimado lector, te proponemos, para poder responder a “como ser más feliz”, que prestes más atención a lo que ya tienes… y es verdad que a todos nos tocan cosas distintas en la vida, quizás por merecimiento, quizás no (aparentemente). En oriente se maneja el concepto de “el Karma” que quizás has escuchado o leído alguna vez, que básicamente es lo que nos ocurre por haber cometido algún error en el pasado. Pero quitando esto, que probablemente en este momento no se pueda hacer mucho al respecto, que entendamos que lo que más vale en esa balanza de “tengo – no tengo” es el primer platillo, que no está compuesto solamente de cosas materiales por cierto. Entonces nuestra percepción de la realidad cambiará y nos pondrá en el camino de ser más felices.